Entre el 16 y el 20 de mayo
pasados, en Guararema Sao Paulo, en el hermano país de Brasil, y específicamente en la Escuela Florestán Fernandes del
Movimiento Sin Tierra, se llevó a cabo la reunión fundacional de la Articulación de Movimientos
Sociales hacia el ALBA. La Asamblea
contó con la
participación de más de 160 delegados y delegadas de 22 países de Nuestra América, todos ellos militantes de
organizaciones indígenas, campesinas, de mujeres, urbanas, feministas, de lucha
contra el extractivismo, de educación popular, sindicales, entre
otras. Una delegación peruana estuvo allí representando a
la Articulación de Movimientos Sociales del Perú, espacio identificado con esta
iniciativa y que viene trabajando hace ya cierto tiempo y que ha venido
realizando algunas actividades, incluida una Plenaria Nacional. El MPP también
hace parte de este esfuerzo de construcción de un Frente de trabajo
internacionalista.
La Asamblea, dedicada al
presidente Hugo Chávez inspirador fundamental del ALBA y del nuevo aliento que
han tomado los pueblos del mundo en su lucha libertaria, se produce luego de un
proceso de maduración de algunos años. Con una historia previa que se relaciona
con la dinámica de articulación de los movimientos sociales en el marco del
Foro Social Mundial, y con el desarrollo reciente de algunas iniciativas, se
han ido sentando las bases de la articulación de movimientos socio-políticos de
Nuestra América. Podemos mencionar entre estas iniciativas la realización de
escuelas de formación de militantes, cuadros, formadores con un alcance
continental, especialmente las realizadas en la Escuela Florestán Fernades; el impulso de la comunicación
popular, comunitaria y comunal consideradas fundamentales para romper los
cercos mediáticos a lo largo de nuestros países; la realización de campañas continentales de apoyo a la lucha
de los pueblos; y, finalmente, diversas reuniones, tanto en los propios países a través
de sus capítulos, como de coordinación continental.
Así, llegamos a esta Asamblea
fundacional en la que se definieron una primera estructura orgánica, líneas de
acción conjunta y se reafirmó la adhesión a la Carta que dota de identidad a la Articulación.
Relatar lo vivido que incluye el trabajo diario desde lo cotidiano en la
Escuela donde todos y todas hacemos las labores de limpieza y mantenimiento o
analizar las discusiones y reflexiones desarrollados en esta rica experiencia,
implicaría una mayor extensión en el presente artículo, por lo que nos referiremos
a algunos aspectos solamente.
1. Un
espacio de renovación política y revolucionaria desde los movimientos sociales
Entre las cosas que es preciso
mencionar está el hecho que esta reunión congregó a un conjunto de movimientos
sociopolíticos que, recogiendo lo mejor de la tradición revolucionaria del
continente, han decidido también asumir los desafíos de la nueva escena
contemporánea, así como superar muchas de sus propias limitaciones que se
constituyeron en trabas en la historia de la izquierda latinoamericana y
mundial.
En este sentido, muchas de las
organizaciones presentes reivindican el poder popular como un eje fundamental
para la construcción de una alternativa desde la diversidad al capitalismo,
recogen el horizonte del buen vivir para la construcción del ecosocialismo y
asumen en toda su complejidad la tarea de impulsar estos procesos desde un
internacionalismo renovado. Esto, en un contexto en el que son varios tipos de
proyectos los que están en juego en América Latina y el Caribe con gobiernos de diverso
signo que obligan a establecer un conjunto de estrategias diversas en las que el denominador común es la necesidad de afirmar la autonomía y hacer de los movimientos motor del poder
constituyente y transformador de la realidad de nuestros pueblos, sin dejar de lado el reto de la
proyección política hacia lo institucional.
De esta manera, la hipótesis
radicalmente democratizadora del poder popular, que se centra en la
construcción de sujetos colectivos que combaten las relaciones coloniales de
explotación capitalista, de opresión patriarcal, de discriminación
étnico-racial, de cosificación y mercantilización de la naturaleza, y de
dominación imperialista, apunta al autogobierno, la construcción de nuevas
relaciones sociales desde abajo, y a una integración entre los pueblos basada en la
solidaridad como base para la construcción del sueño emancipador del ecosocialismo.
En un proceso que implica
abordar los lados más sombríos y los radicalmente humanos, en medio dela exacerbación por parte del capitalismo de la soledad y el egoísmo, los participantes pusieron
en juego y en una discusión potente los métodos de trabajo, las formas de
discutir y construir lo colectivo, y de trabajar sobre la base de la diversidad
constitutiva de lo popular, considerada como una fuente de riqueza y no como una
traba para la lucha y la elaboración de alternativas.
Una izquierda nueva ha emergido
en el continente y halla una de sus primeras síntesis en la articulación tras largos años que sobrevinieron luego
de la derrota sufrida por los experimentos socialistas, representada la caída del Muro de Berlín; el arrinconamiento de
Cuba y la imposición violenta del neoliberalismo a escala global. Hija de las luchas
alterglobalizadoras, y de la resistencia tenaz de los movimientos sociales al nuevo orden mundial contribuyendo a abrir el curso de muchos de los procesos de cambio que vive Nuestra América,
esta izquierda también hunde sus raíces en las históricas luchas de los pueblos originarios, del
sueño bolivariano, de los trabajadores, y de las mujeres.
2. Articular nuestras luchas a una escala
continental y global para superar el capitalismo.
En las discusiones desarrolladas
en la Asamblea se hizo un diagnóstico del capitalismo, de las dificultades de
los gobiernos progresistas y de la ventana que se abre en este momento para
profundizar los procesos de cambio en el continente desde la radicalidad
política de los movimientos sociales, esto con el aporte de compañeros y
compañeras como Isabel Rauber, Claudio Katz, François Houtart y Gustavo Codas. Resaltamos
la caracterización de los proyectos en curso en Nuestra América que se vinculan
además a diversas formas de integración. De esta manera se constató la persistencia
del proyecto neoliberal en el que se articulan gobiernos como los de México,
Colombia, Chile y Perú y que apuestan a lanzar la Alianza del Pacífico en
función de los intereses del imperialismo norteamericano y que no es otra cosa
que la re-edición, aunque mucho más ambiciosa, del ALCA que fuera derrotada el
2005 en Mar del Plata.
Los gobiernos neo-desarrollistas
que se debaten entre momentos de afirmación de la soberanía y proyectos de
desarrollo autónomos en el marco de esfuerzos por avanzar hacia formas de
capitalismo nacional y estados sociales redistributivos sin necesariamente
procesar cambios estructurales; y su dependencia de economías rentistas y extractivistas con tendencias a reforzar las formas de acumulación por desposesión
de alcance global. De esta manera, estos gobiernos se hallan vinculados fundamentalmente a procesos de integración
relacionados a la economía y los mercados y también dinámicas
geopolíticas, generando principalmente espacios de comercio común que pueden aportar a la
proyección de las economías nacionales, pero también son aprovechados por las
trasnacionales. Entre estos están por ejemplo el MERCOSUR y la CELAC.
Finalmente, tenemos el atisbo de una
forma de integración distinta, que trasciende lo económico y que busca
desarrollar la solidaridad, la complementariedad, la no competencia y el buen vivir entre los pueblos,. Esta iniciativa nacida de la Venezuela Bolivariana, a la que se adhirieron varios otros
gobiernos populares es la que toma forma en el
sueño de la Alianza Bolivariana de las Américas- ALBA. Dentro de esta iniciativa, que agrupa a varios estados, se abrió hace algunos años un espacio para los movimientos sociales
continentales. Estos, se propusieron empujar esta modelo de integración aún en construcción, en contradicción con los gobiernos neoliberales, en alianza y lucha con los contradictorios
gobiernos neodesarrollistas y a través del impulso de iniciativas concretas en el marco de los
procesos más avanzados, asumiendo que los gobiernos
populares se siguen desenvolviendo en el marco Estados capitalistas.
De esta manera se trata de
empezar a articular las luchas de los pueblos en un conjunto de ejes tanto (multi)sectoriales, trasnversales-funcionales (formación,
comunicación) y de campañas concretas en las que se busca trascender el “apoyo
moral” para pasar a la solidaridad activa a través de brigadas, la movilización de
masas, entre otras formas de ejercicio concreto del internacionalismo para
respaldar las diversas luchas. Igualmente se trata de ir desarrollando
propuestas desde los movimientos para construir alternativas concretas al
neoliberalismo y al capitalismo. Muchas de las organizaciones presentes, desde
su práctica concreta han desplegado no sólo lucha de masas, sino han aportado a la
construcción de espacios de decisión popular en espacios comunales, barriales y laborales; han impulsado espacios de
formación política y académica popular; emprendimientos autogestionarios de diverso tipo y de
carácter productivo entre otros, en
su búsqueda por construir aquí y ahora alternativas al capitalismo.
Atraviesa la apuesta de los
movimientos sociopolíticos hacia el ALBA el convencimiento que la lucha y las
experiencias que se vienen construyendo desde los diversos espacios
territoriales y sectoriales, desde los ámbitos locales y nacionales, no se sostendrán si
es que no lo hacen desde una perspectiva continental e incluso global para
derrotar decididamente al capitalismo y avanzar hacia el socialismo.
3. Las tareas y la urgencia de la solidaridad.
Un conjunto de acuerdos y
lineamientos se definieron en la Asamblea (los que se pueden encontrar en las
páginas relacionadas a la articulación que adjuntamos más abajo), todos puestos de
manera permanente en discusión y establecidos como herramientas de trabajo para
avanzar en la lucha. Más allá de estos acuerdos y lineamientos con sus vacíos y
limitaciones que deberán seguir siendo debatidos y mejorados rescatamos los
desafíos planteados por Joao Pedro Stedile del MST brasileño, como dinámicas y ejes permanentes
de trabajo:
- Impulsar la lucha de masas a nivel continental que no es otra
cosa que multiplicar la acción política de los pueblos.
- Desarrollar la formación política que la que ninguna institución educativa formal se hará cargo y que es tarea de la militancia popular.
- Multiplicar los medios de comunicación popular y hacerle
contrapeso al poder mediático en nuestros países y en el conjunto del continente.
- Efectivizar la solidaridad activa con los pueblos de Nuestra
América. No basta con declaraciones, se necesita poner el cuerpo.
- Avanzar en las experiencias de educación popular para fortalecer a las organizaciones de base y las luchas populares.
- Promover las experiencias de autogestión y economía popular.
- Finalmente, articular todas nuestras luchas desde una
perspectiva anticapitalista, antipatriarcal, antimperialista.
Stedile afirmó que el
socialismo no es una doctrina, es un horizonte que debe desarrollarse en la
“lucha de clases”, en medio de las mayorías y sus realidades concretas. Rechazó
así la actitud de los “socialistas” que sólo quieren reunirse y relacionarse
con los que son socialistas cuando lo que hay que hacer es actuar y aprender en
las luchas concretas y de cara a las grandes mayorías populares.
Finalmente, asumiendo la
urgencia de solidaridad con pueblos hermanos como Cuba, Venezuela,
Honduras y Paraguay, recogemos la tarea inmediata de poner los ojos en pueblos que han sido
sistemáticamente agredidos y que se vuelven claves en la hora presente:
Colombia, donde ahora se procesa el diálogo de paz entre las FARC y es Estado,
requiere hoy más que nunca del apoyo del continente entero. La paz y la
justicia social deben llegar pronto al pueblo colombiano lo que además será
clave para desmilitarizar el continente. La otra gran herida es Haití, donde
incluso muchos de los gobiernos progresistas y populares tienen a sus tropas como fuerzas de ocupación. Haití,
cuna de la emancipación nuestroamericana no puede seguir en el olvido de los
internacionalistas que han decidido avanzar en la construcción del socialismo
indo-afro-caribeño.
Algunos Documentos para más información:
Carta de los Movimientos Sociales Belém 2009
http://www.albamovimientos.org/2013/05/belem-2009-carta-de-los-movimientos-sociales-de-las-americas/
Declaración de la Primera Asamblea Continental de los Movimientos
sociales
Página web: http://www.albamovimientos.org/