1.- Consideramos justo recordar que una vez más la posibilidad de un frente amplio de izquierdas y las fuerzas progresista se vio truncada. Esta responsabilidad, ciertamente, recae en algunas organizaciones y personalidades más que en otras, pero ninguna puede eludir su responsabilidad. La izquierda peruana perdió la oportunidad histórica de realizar un proceso unitario de abajo hacia arriba, desde las bases, iniciando un diálogo entre todas las fuerzas de izquierda, progresistas y nacionalistas, reconociendo la diversidad del campo popular, y que elabore un programa de cambio en nuestro país.
Esto debía ir acompañado de la apertura de la participación política de todas y todos los peruanos, organizados o no, comprometidos con la transformación de la sociedad o cuyas intuiciones expresan la voluntad de un cambio en nuestro país, no solo para elaborar la plataforma programática sino para elegir a sus representantes en estas elecciones generales. Somos consciente de que este proceso unitario no se hace de la noche a la mañana, pero lamentablemente nunca se dieron señales de querer avanzar en ese sentido, sino que se priorizó el cuoteo, la negociación y la discusión giro en torno a quien debía ser la cabeza de lista presidencial.
2.- Creemos que las elecciones son solo una parte de una verdadera democracia, como militantes de izquierda y socialistas no somos neutrales en esta coyuntura electoral ante la feroz arremetida de los cuatro candidatos de la derecha: Fujimori, Castañeda, Toledo y Kuczynski, quienes ofrecen continuidad y estabilidad del modelo neoliberal que sigue produciendo desigualdad, corrupción y deterioro del ambiente, y que a pesar de ser vendido como "exitoso", en realidad consiste en una mezcla de máximas ventajas para los grandes empresarios y las transnacionales, mínimos derechos a los trabajadores, clientelismo social para los más pobres y el extractivismo más brutal.
En ese sentido, y ante la polarización entre el cambio y el continuismo y profundización del modelo, no podemos permanecer impávidos sino que debemos tomar una posición al respecto. En tal sentido, y en una campaña marcada por características casi faranduleras, es justo reconocer que frente a las demás candidaturas es la de Ollanta Humala y Gana Perú la propuesta más seria y cuyos planteamientos apuntan a cambiar y reformar aspectos de nuestra sociedad en beneficio de las mayorías.
Somos conscientes que Gana Perú y Humala no responden suficientemente a nuestras expectativas de democracia participativa, autonomía y enfrentamiento a los poderes fácticos (cúpulas de la iglesia, medios de comunicación, altos mandos militares, grupos de poder económico, etc.), y de una propuesta de "Buen Vivir" que reconcilie de modo profundo la actividad humana con nuestro ambiente. Sin embargo, creemos que es la mejor opción electoral en la medida que es la única candidatura y grupo político que ponen en el debate nacional el valor de la justicia social; el hecho de que Humala no se reconozca como una persona de izquierda no es la contradicción principal, una posible victoria de él es ya un escenario favorable para el campo popular.
3.- Al mismo tiempo, reafirmamos que la transformación más profunda y consistente de nuestro país la construye el pueblo organizado, movilizado en sus luchas y comprometido con alma, corazón y vida en ese esfuerzo, es decir, creando Poder Popular, avanzando hacia el Socialismo.
¡Basta ya de tanto abuso de poder, corrupción y aprovechamiento inequitativo de la riqueza que sigue siendo generada por el pueblo trabajador del Perú!
¡Por la Unidad de todo el Pueblo para derrotar a la derecha!
¡Este 10 de abril: voto crítico y de izquierdas por Gana Perú!
4 de abril de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario